GUANAX, PRIMER YURECUARENSE EN LA HISTORIA:
Guanax, primer yurecuarense que nos es conocido fue testigo de la ejecución del Cazonci Tangaxoan II por Nuño de Guzmán y el siguiente eslabón con que engarza la historia del pueblo.
Era el cinco de febrero de 1530 y Guzmán estaba obsesionado por las tropas que creía había mandado apostar el Cazonci en el territorio para destruirlo, por lo que hace comparecer ante su tribunal a un prisionero que acaban de detener sus soldados, un indio chichimeca, naguatlato tarasco, el cual por lengua del indio Juan Pascual, habiendo jurado, dijo llamarse “Guanax” y ser de “Yorequaro”, diciendo que iba de su pueblo a otro que se llama Zinaparo por maíz y que lo prendieron, aceptando servir al dicho Cazonci y diciendo que en ello de Yorequaro se mataron a dos españoles por el señor del dicho pueblo, el cual es ya muerto, y que ésta es la verdad de lo que el dicho indio aclaró para el juramento que hizo, y no lo firmó porque no sabe escribir.
“…Confesión del naguatlato chichimeca
Y después de lo susodicho el dicho día el dicho señor presidente y capitán general hizo parecer ante sí a un indio chichimeca, naguatlato tarasco, al cual por lengua del indio Juan Pascual, habiendo jurado, se le hicieron las preguntas siguientes.
Preguntado cómo se llama, dijo que Guanax.
Preguntado de dónde es natural, dijo que de Yorequaro.
Preguntado que por qué lo prendieron, dijo que iba de su pueblo a otro que se llama Çinaparo por maíz y que lo prendieron.
Preguntado si sabe qué gente de guerra está en el pueblo de Cuynao y por qué mandado o contra quien, dijo que no sabe ni ha visto que haya ninguna gente de guerra en el dicho pueblo. Preguntado si la gente del dicho pueblo de Cuynao si es sujeta o sirve al dicho al dicho Caçonçi, dijo que antes que los españoles viniesen a estas partes eran enemigos y ahora son amigos y sirven al dicho Caçonçi.
Y luego su señoría le mandó apercibir que le diga la verdad, donde no, que hará en ello justicia.
Y luego el dicho indio por la dicha lengua declaró y dijo que es verdad que el dicho Caçonçi tiene gente de guerra pero que no sabe cuánta, y que es capitán de ella Çipaque, indio tarasco, principal del dicho Caçonçi.
Preguntado si sabe que por mandado del dicho Caçonçi se han muerto algunos españoles en estas provincias, dijo que en ello de Yorequaro se mataron dos españoles por el señor del dicho pueblo, el cual es ya muerto, y que esta es la verdad de lo que el dicho indio aclaró para el juramento que hizo, y no lo firmó porque no sabe escribir…”
Con lo anterior, inicia la historia de Yurécuaro su aparición en la historia oficial de Michoacán.
Posteriormente ya establecida la Congregación de Tlazazalca, se otorga la REAL CÉDULA QUE DA ORIGEN AL PUEBLO DE YURÉCUARO EL 22 DE MAYO DE 1559, Legajo de Justicia 163, foja 366 anverso y reverso, existente en el Archivo General de Indias, en Sevilla, España.
A finales del siglo XVII el hospital, aún sobrevivía, pero en grande pobreza, y un censo de 1680 a 1685, nos indica que en el pueblo de Santa María Yurécuaro vivían las siguientes personas:
Matrimonios
Salvador Abrea---Clara
Lucas Sevastian---Elena
Miguel---Magdalena
Pedro Francisco---María
Simon Alejo---Ana Veatris
Juan Francisco---Angelina
Juan Agustín---Magdalena
Francisco Juan---Luisa María
Juan Pedro---Paula Marta
Xptoval Manuel---Luisa
Diego de la Cruz---María
Antón---Augustina
Miguel Joseph---María Juana
Juan Ignacio---María
Xptoval Servantes---Juana María
Pedro Salvador---Magdalena
Francisco---Luisa
Viudas
Veatris María
Magdalena María
María Barajas
Lucía Francisca
Lucía María
Juana María
María Augustina
Muchachos y muchachas
Gaspar Martín
Nicolasa de la Crus
Juan Ygnacio
Nicolasa Paula
Nicolas Ygnacio
María Salome
Domingo Hernandes
Petrona María
texto tomado del libro del 450 aniversario
Mis estimados y finos lectores, hoy después de conocer un poco de la historia de nuestro municipio es para sentirnos orgullosos y felices de ser parte de la historia, vivimos para contar que estuvimos en el 460 aniversario de la fundación de Yurécuaro y que entre las muchas actividades que se dieron en estos festejos se cerró con broche de oro con el pastel más grande de la historia de Yurécuaro 2 mil piezas de pastel de cup cakes, y no quedo una sola porque los yurecuarenses y turistas visitantes se deleitaron no solo del pastel también de los espectáculos en estos 5 días de festejos.
Varias personas de diferentes municipios al ver los promocionales en el periódico me comentaban “En mi pueblo es imposible tener estos eventos” y varios vinieron y comprobaron que Yurécuaro es una fiesta de color, de calor humano, hospitalarios, creadores de riqueza agrícola y artesanal, por lo cual debemos estar orgullosos, aunque, aunque no faltan los que llevan agua para su molino (partidistas) que piensan lo contrario, de verdad que mal que afuera nos vean como un municipio próspero y con riqueza cultural y algunos solo critiquen todo lo bueno que otros si ven y aprecian.
Nos vemos quedo mucho en el tintero
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