miércoles, 11 de diciembre de 2019

Un orgullo que dos yurecuarenses estén compitiendo para ser el presidente de los derechos humanos del estado, como lo son el nacido en Yurécuaro el Lic. Víctor Villanueva Hernández y el nacido en La Piedad pero de madre de Yurécuaro el Lic. Luis Alberto Montaño García

Un orgullo que dos yurecuarenses estén compitiendo para ser el presidente de los derechos humanos del estado, como lo son el nacido en Yurécuaro el Lic. Víctor Villanueva Hernández y el nacido en La Piedad pero de madre de Yurécuaro el Lic. Luis Alberto Montaño García, sobrino de nuestro amigo y colaborador José Luis García Salazar quien escribió la columna personajes yurecuarenses que después se convirtió en el libro Gente de Mi Pueblo, y tanto Víctor como Luis Alberto tienen primeramente capacidad y experiencia ya que ambos dos veces han salido de la comisión de los derechos humanos para ocupar otros puestos, pero regresan por su profesionalismo y por el buen trabajo que han desempeñado, ambos en la visitaduría regional de Zamora.
Durante esta semana han estado en el congreso de estado presentándose ante los diputados de la comisión de los CEDH, fueron 21 los aspirantes y como mencione es para Yurécuaro y La Piedad un orgullo que estos dos profesionales sean aspirantes, esperemos que alguno entre en la terna que se votara para elegir al nuevo Presidente Estatal de los Derechos Humanos.
Por lo pronto les deseo lo mejor, sin preferencias, con Víctor nos une una amistad y familiaridad y sé muy bien que si Víctor no fuera el elegido por los diputados le encantaría que fuera Luis Alberto porque también los une una amistad de muchos años, incluso ahora recuerdo que estuvimos en el mercado municipal desayunando un rico caldo de pescado en el periodo de Jaime Pérez, si la memoria no me falla, con lo que queda demostrado que son personas sencillas, y con humildad, muy preparadas y que tienen don de gentes, y que Luis Alberto desde su niñez a frecuentado Yurécuaro muy seguido, conoce a muchas personalidades de Yurécuaro y conoce cada rincón del pueblo, por lo que lo consideramos yurecuarense, tiene la doble nacionalidad, más bien dicho municipalidad, si nos une el señor de La Piedad, porque no vamos a ser hermanos de los piedadenses.
Y ya que estamos hablando de la comisión de los derechos humanos tengo que decirles que esperemos esta elección estatal no tenga tantos problemas como lo fue la designación de Rosario Piedra Ibarra, hija de la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra, quien fundo el grupo Eureka Rosario Ibarra de Piedra fue reconocida el pasado 24 de octubre con la medalla Belisario Domínguez, que el Senado de la República entrega a mexicanos distinguidos. Rosario Ibarra fue reconocida por sus décadas de lucha en la búsqueda de personas desaparecidas en México y contra la represión política y violación a los derechos humanos cometidas por el Estado.
La vida de Rosario Ibarra cambió de a partir de 1973, cuando grupos policíacos ilegales perseguían a su hijo, Jesús Piedra Ibarra, por pertenecer a la Liga Comunista 23 de Septiembre. Al final, Jesús Piedra fue detenido el 18 de abril de 1975 por la Policía Política Mexicana. En el camino de la búsqueda de su hijo por las cárceles y cuarteles de todo el país, se encontró con decenas de madres, padres, hijos y hermanos de cientos de desaparecidos por los gobiernos de la época.
Luego de años de caminar juntos, el 17 de abril de 1977 estas madres y familias, entre ellas Rosario Ibarra de Piedra, fundaron el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, posteriormente renombrado Comité Eureka.
 El Comité Eureka, y años más adelante el Frente Nacional Contra la Represión (FNCR), se convirtieron en la punta de lanza para la búsqueda de los desaparecidos, la defensa de los presos y exiliados políticos y en la denuncia de los excesos represivos de los gobiernos de Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid y los subsecuentes.
Era una lucha dura y difícil, pues no existían organizaciones profesionales de defensa de derechos humanos (salvo Amnistía Internacional, que no tenía oficina en México) y eran tiempos en que el Estado, la clase política y los medios comerciales calificaban a las víctimas de la represión (desapariciones, torturas y ejecuciones extrajudiciales) como delincuentes y trataban la información como asuntos de nota roja.
Fue la tenacidad y la lucha política de las madres y familiares que integraron el comité Eureka en todo el país lo que logró que la información sobre sus hijos dejara de ser un asunto de nota roja para convertirlo en un problema político, como lo era.
Gracias a actividades como la huelga de hambre en la Catedral de la Ciudad de México (en agosto de 1978), marchas, plantones y difusión mediante volantes, carteles, folletos y periódicos, el Comité Eureka logró que la sociedad mexicana y mundial se enterara de que el Gobierno mexicano echó a andar una estrategia represiva ilegal para perseguir, detener, encarcelar, torturar y desaparecer a los disidentes políticos y a civiles que incluso no participaban en actividades políticas.
A pesar de todos estos antecedentes y en los gobiernos del PRI y del PAN las legislaturas con mayoría de estos partidos, siempre le negaron ser la presidente de la comisión de los derechos humanos, porque seguramente saldría a la luz pública algunos o muchos de los hechos represivos de esos gobiernos, el tiempo le gano y por su estado de vejez ya no puede aspirar a ese puesto, pero una afectada como su hija si logro llegar a ser hoy la presidenta de CNDH.
Probablemente no tenga la experiencia administrativa, pero la experiencia de buscar a los desaparecidos en 50 años nadie le compite, ni en la defensa de presos políticos, perseguidos y exiliados, hoy la CNDH y la de los estados carece muchas veces de credibilidad, un caso muy sonado la guardería ABC de Hermosillo Sonora, quien la dueña es la prima de Margarita Zavala esposa y ex candidata a la presidencia de la república, la guardería se incendió y el saldo es hoy una de las mayores bofetadas a los mexicanos y su sistema de justicia: 49 niños muertos, 75 heridos, algunos con secuelas graves, y cero culpables.
Con este dato no tengo más que decir de lo mal catalogada que esta la CNDH, esperemos que con la llegada de Rosario Ibarra las cosas cambien radicalmente por el bien de todos.

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